
Diseñadora
Las manos han sido y son mi mejor herramienta. Con ellas pinto, esculpo, creo y elaboro mis sueños. Desde niña en Bogotá, Colombia, ciudad donde nací, no me importaban las manchas de pintura, los restos de arcilla ó de arena, ni el tiempo que podía gastar en una de mis creaciones, lo que en realidad me importaba era el resultado: mi gran obra final.
Desde chica, mi papá me llevaba a los mercados sobre ruedas o bazares del centro de la ciudad, mi fascinación eran los puestos de joyería, me sumergía en el mundo de esos artesanos con gran admiración y entendí que era su medio de expresión. Me quedó marcado para siempre y fue hasta que estudié diseño gráfico y lo ejercí algunos años siempre con la inquietud de acercarme a la joyería.
Con la formación que ya tenía como base, en el año 2005 me acerqué a esos mismos artesanos que conocí de chica para aprender a moldear y soñar en medio del metal y convertir todas esas ideas en formas, colores y texturas. Con el tiempo me daba cuenta que la joyería se había convertido en mi pasión y obsesión por comunicarme a través de mis manos, y decidí ejercerla en la Ciudad de México, ciudad que me inspira y donde formé mi familia en el 2009.
Cada vez que me sumerjo a trabajar, a esculpir con mis manos una pieza, tengo claro que mi mayor satisfacción es ver luego de elaborarla, la emoción de la persona que la porta y cómo toma identidad. Eso es felicidad.
CA.